Como promover el desempleo (cont.)

Ayer les comentaba de que manera los estatistas, los que creen que con mas intervención se consigue solucionar problemas, abordaban los diferentes problemas y desafíos que aparecen dia a dia en una sociedad, también les prometí la solución a todos ellos. Capaz no era lo que esperaban pero Albert Esplugas escribió hace unos meses una pieza que se acerca bastante a la solución de toodos los problemas, por lo pronto podemos saber que el mercado no es «la solución»:

El intervencionista busca «la solución». Quiere un plan de acción encaminado a corregir el defecto en la fotografía, y «la solución» a menudo parece obvia, pues la «fotografía perfecta» de referencia reposa al lado. La solución es un programa, una ley, una regulación, un subsidio, una fijación de precios, un impuesto pigouviano, una nacionalización, una bajada de tipos, una licencia, una prohibición, un aumento del presupuesto, un ministerio, una agencia… El Estado es el órgano a través del cual el intervencionista intenta materializar su solución. El intervencionista no controla el Estado, pero actúa como si lo hiciera. Expone su propuesta como si el Estado fuera a consultarle y a implementarla sin desvirtuarla. En cualquier caso, el intervencionista no piensa en un mecanismo de corrección, en un proceso de descubrimiento, en una estructura de incentivos para encontrar soluciones adecuadas, solo piensa en encontrar «la solución» que el Estado debe estampar en la fotografía.

El liberal, en cambio, no pretende encontrar «la solución». De hecho admite humildemente que a menudo ignora cuál es la solución adecuada a una determinada carencia percibida. El liberal prefiere centrarse en el proceso que lleva a encontrar buenas soluciones. No aspira a diseñar una solución concreta, sino a dar con el mejor mecanismo para descubrir y testar soluciones concretas. El liberal no concibe la realidad como una fotografía sino como un proceso dinámico en el que los fotogramas adquieren sentido si se deja que la película avance. El liberal busca un marco propicio para el desarrollo de la película, un marco que permita la experimentación con distintas propuestas, ejercicios de prueba y error por parte de muchos emprendedores, competencia entre ideas y el triunfo de las mejores sobre las peores.